Informáticos, Informatiquillos y Cagamandurrias.

Antes de nada quisiera recomendar desde aquí un weblog llamado Diario de un Programador, escrito por un tal Fuckowski. La verdad es que hace tiempo que lo leo y reconozco que está escrito con una gracia que ya me gustaría a mi tener algún día y que suelta verdades como puños (Bueno Fuckowski, si en algún momento lees esto que no se te vaya a subir a la cabeza, ¿eh?)

Este weblog relata las aventuras y desventuras de un programador que trabaja en una de esas empresas Corporativas_que_te_cagas, es decir, esas empresas en las que todo el mundo tiene un cargo rimbombante del tipo “Mánager de la gestión de residuos”, que es el que vacía las papeleras, o “Técnico senior en aparatos reproductores de información”, es decir, el que hace las fotocopias.

Bien, la idea principal que trasmite este diario y con la cual me identifico plenamente es que -a mi modo de ver- el amigo Fuckowsky es programador, no sé si mejor o peor, pero programador. Y deduzco que es de los que empezó a entusiasmarse por la informática cuando descubrió que se podían escribir cosas en el teclado de un ordenador, que éste parecía entender lo que se le decía, y que respondía de una forma lógica a esas instrucciones.

A mí ese momento me llegó cuando descubrí que programar era como hacer los problemas de lógica de las revistas de pasatiempos que tanto me gustaban, pero usando un aparato de alta tecnología, y que encima cabía la posibilidad de que en algún momento incluso me pagaran por ello. Fue alucinante.

Eso ocurrió hace muchos años cuando hice un curso de Basic casi por obligación. Después vinieron otros lenguajes. Unos me gustaban más (me encanta PHP) y otros menos, como Cobol, del cual todavía conservo severas cicatrices en el alma.

Con los años vinieron empleos en distintas empresas de diverso pelaje. Desde la formada por un grupo de colegas que no tenían ni pajolera idea de lo que es un ordenador, pero que contaban con unas ganas enormes de comerse el mundo, hasta la Super_corporativa_de_la_muerte a la que me refería anteriormente.

También con lo años he ido conociendo a personajes como los que describe Fuckowski en su diario. Gente que por el hecho de ir encorbatados y engominados ya se creen alguien, aunque no sepan hacer la O con un canuto informáticamente hablando. O gente que se dedica a vender humo en forma de software a pobres incautos, aunque la idea que le estén vendiendo sea materialmente irrealizable. Luego, una vez firmada la venta se lavan las manos y ya se las apañaran los programadores, claro.

Y esto viene en relación al titulo de este post. Informáticos, Informatiquillos y Cagamandurrias.

He ido observando en todo este tiempo (y ya llevo unos diecisiete años ganándome las lentejas aporreando teclados) que en el mundo de la informática cada vez se mueven más personajes a los que podríamos denominar Informatiquillos. Son los vendedores de humo de los que hablaba anteriormente...

O los Jefes -Mánagers, que queda mucho mejor- que piden programas que ni siquiera saben si se pueden llevar a cabo solamente porque lo han visto por ahí en una demo y les ha gustado la idea. Luego el programa tarda una eternidad en terminarse porque no se ha empezado con un buen análisis, y para colmo en un par de meses ya no lo utiliza nadie.

O los Mánagers de Seguridad, cuya forma de hacer segura una intranet es cerrar todos y cada uno de los puertos del firewall, para después irlos abriendo a medida de que los usuarios se quejen de que las cosas no funcionan, pero sin tener la más remota idea de qué puertos están abriendo de nuevo.

O los que son como el maestro Liendres, que de todo saben pero de nada entienden. Son los que si jugaran al fútbol tirarían los saques de esquina y los rematarían ellos mismos. Saben de todo. Yo en toda mi carrera me he dedicado al análisis, la programación, administración de sistemas, administración de un ISP, y el diseño gráfico y de Webs, pero reconozco que en el tema Hardware no he pelado un cable en mi vida y que lo más que llego es a cambiar un disco duro sin hacerme una brecha en un dedo ni que salga el ordenador ardiendo y que de Windows, por ejemplo, estoy más verde que maduro.

O, por ejemplo, cierto personaje con el que he tenido la desgracia de trabajar últimamente, que le da un botonazo al reset de un servidor de Exchange porque “parece” que se ha quedado colgado en mitad del proceso de hacer una copia de seguridad, y se queda tan ancho. Luego el colega se hace llamar “Especialista en Telecomunicaciones”, para afirmar muy ufano a continuación “Yo ya sé de informática todo lo que necesito” Casi nada.

O... bueno, para qué seguir.

Y por fin llegamos a los Cagamandurrias; que son los que saben usar más o menos bien el Front Page y lo justito el Photoshop y ya dicen que son diseñadores Web aunque tengan peor gusto que Agata Ruiz de la Prada. O los que leen el PCWorld y creen que son informáticos profesionales, y encima te vacilan porque tienen en su casa un monitor de plasma Sony de 17'' y tu no. O los que se compran una cámara digital, le vacilan a uno de ella y luego le llaman para que se la conecte al ordenador por USB.

En definitiva, que ya hace tiempo que no me dejo llevar por falsos fuegos artificiales, que huyo de un informático con corbata y gomina como un gato del agua, que prefiero tomarme unas cañas con los amigos a usar el MSN, que sigo haciendo fotografías con una réflex de carrete de las de toda la vida (tengo una digital de 3 Mpx cogiendo polvo), que ni sé ni me importa cuanto vale un monitor de plasma de 17'' y que no tengo ni puñetera idea de cuales son las últimas tendencias empresariales para forrarse en Internet.

Bueno, vale, tengo un weblog, je je.